Cada emoción que sentimos, ya sea positiva o negativa, está directamente relacionada con cómo percibimos a nosotros mismos, nuestros comportamientos y cómo vemos a los demás y al mundo que nos rodea. Nuestras emociones vienen precedidas de pensamientos o recuerdos, incluso cuando no somos conscientes de ellos.
Además, las emociones a menudo llevan a reacciones físicas como aumento de la presión arterial, sudoración o enrojecimiento. Asimismo, podemos actuar de cierta manera en respuesta a las emociones.
La influencia de nuestras emociones en nuestra vida
Al entender el vínculo entre nuestras emociones, pensamientos y comportamientos, nos volvemos más conscientes de cómo esto funciona para otros. Comenzando con las emociones, reflexiona sobre cómo podrías comportarte cuando te sientes:
- Triste
- Enojado
- Asustado
- Entusiasta
- Feliz
Ejemplos comunes de cómo afectan las emociones a nuestro comportamiento
Aunque no todas las personas reaccionan de la misma manera ante las emociones, existen ejemplos comunes. Cuando estamos tristes, algunas personas lloran mientras que otras buscan consuelo en otras personas o prefieren la soledad. Cuando estamos entusiasmados, algunas personas saltan y gritan, mientras que otras simplemente sonríen. Cuando estamos felices, algunas personas se vuelven muy generosas y amables, mientras que otras simplemente disfrutan del momento.
Saber cómo es probable que reacciones ante una emoción te ayuda a reconocer estas emociones y te permite elegir un comportamiento diferente si así lo deseas. En cada caso, los pensamientos específicos que desencadenan la emoción son únicos para la situación actual y nuestras experiencias pasadas.
Reconociendo el vínculo entre pensamientos y emociones en los demás
Por ejemplo, si sientes tristeza al ver una película cómica, puede ser porque pensaste en alguien que ya no está en tu vida y que también encontraría esa película graciosa. Cuando sabes que el comportamiento y las emociones de otras personas están vinculados a sus pensamientos y recuerdos, puedes preguntarte por qué dicen o hacen ciertas cosas en lugar de simplemente reaccionar a su comportamiento o expresión de sus sentimientos.
En particular, trata de identificar el pensamiento o recuerdo que desencadenó la emoción, así como tu respuesta física automática e inmediata a dicha emoción.
Manejando nuestras reacciones bajo la influencia de nuestras emociones
Bajo la influencia de nuestras emociones, podemos tener dificultades para manejar nuestras reacciones, y nuestro estado emocional también puede hacer que otros se sientan incómodos. Al reconocer que todo comportamiento humano tiene como objetivo satisfacer una necesidad real o percibida, podemos optar por enfocarnos en la necesidad que la persona intenta satisfacer, en lugar de enfocarnos en su comportamiento.
Nuestros pensamientos y el papel que juegan en nuestro bienestar
Los pensamientos automáticos son nuestros diálogos internos, nuestras percepciones y nuestras creencias sobre nosotros mismos y los eventos que nos rodean. Estos pensamientos desempeñan un papel crucial en nuestro bienestar emocional, pero también pueden jugarnos malas pasadas.
Cambiando nuestra perspectiva y controlando nuestras emociones
Cambiar la perspectiva sobre una situación puede ser complicado al principio, pero gracias a algunas sesiones de biofeedback, puedes aprender a cambiar tu punto de vista y/o tus pensamientos. Para ello, es posible multiplicar las sensaciones de nuestros sentidos para «saturar» el cerebro con ellas y obligarlo a concentrarse en estas sensaciones.
Un método efectivo es el método 5-4-3-2-1:
- Comienza por enfocarte en tu entorno y obsérvalo: escucha, por ejemplo, los pasos de tus colegas en el pasillo o el teclado de una computadora…
- Toca 3 cosas distintas a tu alrededor.
- Identifica 2 aromas diferentes.
- Puedes beber agua o tomar un caramelo de menta…
El objetivo es saturar el cerebro con muchas sensaciones e información para que no pueda manejarlas todas cuando está estresado o en modo automático.
Mejorando nuestra calidad de vida
Entender el vínculo entre las emociones, los pensamientos y los comportamientos puede ayudarnos a enfrentar mejor situaciones de estrés, ansiedad, miedos o depresión. A través de la práctica constante y comprometida de técnicas como el método 5-4-3-2-1 y el biofeedback, podemos mejorar nuestra calidad de vida y experimentar un mayor bienestar emocional.